Para los traductores profesionales, más que saber la traducción de un término dado, conocer el origen de dicha palabra puede ser de gran utilidad y significar una gran diferencia en la traducción final, especialmente cuando se traduce un texto sobre un tema del que no se tiene un conocimiento amplio. Por esta razón, la investigación del biólogo Quentin Atkinson puede resultar interesante y útil para los que trabajamos en la industria de los servicios de traducción.
Quentin Atkinson, profesor de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda y especialista en Biología Evolutiva, cree que el origen de las lenguas modernas se encuentra en Turquía. Él, junto a un grupo de científicos de diversas áreas del conocimiento, ha aplicado metodología de la biología evolutiva y la epidemiología y concluye que el origen de las lenguas modernas yace en Anatolia, territorio que en la actualidad se conoce como Turquía. Según sus investigaciones, la evidencia arqueológica demuestra que hace más de diez mil años se introdujo la agricultura a esa región y, con el pasar del tiempo, la gente emigró de Anatolia a otras partes del mundo, llevando consigo el conocimiento agrícola.
Hasta el momento han estudiado 6,000 cognados (palabras con un origen etimológico común) dentro del grupo de las lenguas indoeuropeas, entre ellas: el español, el inglés, el alemán, el francés, el portugués, el ruso y el urdu.
El científico planea continuar su investigación con los territorios de Australasia (una región de Oceanía que incluye Australia, Nueva Zelanda, las islas de Nueva Guinea y otras islas del Océano Pacífico) y Centroamérica.
Escuche la entrevista de la NPR a Quentin Atkinson.