

La traducción jurídica es importante en la era de la Globalización
Desde principios de siglo, el acuerdo y las relaciones comerciales entre países y empresas ubicados en diferentes partes del mundo han traído consigo la necesidad de gestionar comunicaciones multilingües. Desde la traducción de documentos sencillos, interpretación de reunidos hasta la traducción de acuerdos y contratos en el ámbito legal. En esta era de la globalización, el mundo se ha hecho más pequeño y, con frecuencia, las relaciones comerciales son multilingües.
La traducción de textos jurídicos, o traducción legal, es un área fascinante y compleja de la industria de servicios multilingüe. Las opciones se dividen en servicios de interpretación y de traducción, según las necesidades, ya sean habladas o escritas.
Para traducir textos especializados del campo del derecho, así como de otras áreas, se requiere dominio del idioma de la fuente y del de destino, así como de los términos legales que contienen.
No es solo el conocimiento de los idiomas; también es muy importante y necesaria la experiencia legal. Ello explica por qué la traducción de un texto legal sólo será una buena traducción, y todavía más importante, una traducción adecuada y fidedigna cuando la realiza un abogado. Pero más aún, el traductor de textos legales debe ser abogado con experiencia en el ejercicio del derecho. Un traductor que sea abogado, pero que no tenga experiencia laboral, equivale a un médico que no ha tenido su primer paciente y tiene que operar. ¡Qué peligro!
El traductor legal enfrenta muchos retos que la experiencia le permite superar. Si bien el traductor de textos jurídicos, que incluye documentos y contratos de toda naturaleza, leyes y reglamentos, demandas, sentencias y las distintas actuaciones en el proceso civil, mercantil o penal, entre otros, no debe interpretar o transformar los textos que se le presentan para su traducción, el traductor legal necesariamente tiene que asignar a las palabras y oraciones el sentido correcto dentro del contexto legal al cual ellas pertenecen. Así, los términos del procedimiento administrativo, no son iguales a los que se emplean en una demanda civil; y, los términos que corresponden a las actuaciones en las fases del proceso -civil, mercantil o penal- podrían no ser los mismos para cada tipo de proceso. Entonces, al traducir, se debe procurar no solo conocer las palabras, sino también cuidar de que el concepto que transmiten esas palabras sea el que aparece en su texto original.
En cuanto a las fórmulas del lenguaje, muy propias del lenguaje legal y que deben tomarse en cuenta durante la traducción legal, incluso si el traductor es abogado, pero no cuenta con suficiente experiencia en la práctica legal, difícilmente podrá traducirla adecuadamente. Hay fórmulas básicas y otras complejas, pero todas tienen un significado único y particular.
Los textos legales siempre tienen consecuencias, crean derechos u obligaciones, contienen sanciones o eximen de ellas, crean garantías o las limitan, otorgan o niegan beneficios, acreditan identidad o un estado civil, etc., es por ello que resulta delicado e importante traducir las palabras que implican todas estas situaciones y hacerlo de manera correcta para que, las partes que requieren de la traducción legal, obtengan efectivamente el sentido correcto de las palabras en el contexto legal del documento. En resumen, la traducción de documentos legales es una actividad crítica y relevante que requiere experiencia y conocimientos jurídicos. Contar con el equipo idóneo para apoyar sus gestiones internacionales es de vital importancia.
El fenómeno de la globalización ha hecho que empresas de todo el mundo interactúen mucho más que antes, lo que ha dado como resultado un aumento en los requerimientos de servicios de traducción y de arbitraje internacional para resolver disputas. Con los años, hemos visto un aumento de las relaciones comerciales internacionales y de los intercambios culturales en todos los ámbitos, desde los académicos y científicos hasta los comerciales. Afortunadamente vivimos en una época que nos permite disfrutar de la diversidad al tener la oportunidad de trabajar en cualquier parte del mundo o desde nuestro país de origen con personas de todo el mundo. Pero para crear buenas relaciones internacionales, es importante prepararse ante cualquier eventualidad o dificultad que pueda surgir.
Las relaciones comerciales multiculturales entre países conllevan diversos factores que pueden dificultar su viabilidad, entre ellos el idioma, la religión, las políticas, las leyes y las regulaciones comerciales locales, así como las diferencias culturales. Una forma eficaz de manejar estas situaciones es crear cláusulas de arbitraje internacional en los contratos y en las traducciones legales de dichos contratos.
El arbitraje internacional es la forma de resolver disputas entre estados, individuos y organizaciones en casi todos los ámbitos del intercambio, el comercio y las inversiones internacionales. Es importante que las personas involucradas en este tipo de relaciones establezcan de antemano cláusulas de arbitraje internacional para resolver posibles conflictos y diferencias en el futuro. Estas cláusulas serán el libreto que dictará cómo se actuará en el caso de que surjan disputas. Estas cláusulas eliminan el favoritismo y los prejuicios culturales. Durante este proceso se espera que los participantes estén abiertos a adaptarse a las políticas y los procedimientos de cada uno de los países envueltos. Además, se debe discutir y decidir antes de que las partes lleguen a un acuerdo en qué idioma y dónde se llevará a cabo el arbitraje y quién será el árbitro.
El arbitraje internacional propicia relaciones comerciales nutridas de un mutuo respeto cultural. El objetivo es hacer de los intercambios culturales una experiencia positiva para todos y facilitar la resolución de problemas fuera de las cortes. En cualquier caso, será necesario contar con una agencia de traducción o con un traductor profesional especializado en traducción legal que facilite el intercambio de la documentación. Recuerde: cualquier relación fructífera comienza con una excelente comunicación y reglas bien establecidas.
En JR Language contamos con abogados experimentados y traductores con años de experiencia para sus traducciones legales y, por ello, podemos asegurarle que sus actas, contratos, documentos, sentencias y demás documentos legales reflejan, una vez traducidos, lo que realmente significan en su versión original en el idioma en que se crearon.
Trabajar con una empresa de traducción que cuente con los recursos humanos y tecnológicos idóneos en el área de traducción jurídica es de vital importancia para empresas, abogados o individuos que, además de enfrentar el reto legal, afrontan la barrera del idioma en el acelerado mundo de las relaciones a nivel mundial. Seleccione una empresa en la que pueda confiar y que lo apoye en el ámbito de las traducciones legales.